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quinta-feira, 24 de novembro de 2011

Salida del MST, MTD, Vía Campesina

Carta de salida de nuestras organizaciones (MST, MTD, Consulta Popular y Vía Campesina) y del proyecto estratégico defendido por ellas.


Carta de saída em língua brasileira

Primavera de 2011

Dentro de los límites de un documento como este, pretendemos aclarar los motivos que nos llevaron a tomar la decisión de dejar estos espacios, hacer un análisis del contexto histórico en que ocurre esta decisión y, con base en estos dos aspectos, entablar un diálogo franco con la militancia.

Corren tiempos de aparente mejoría de las condiciones de vida de la clase trabajadora en Brasil, por lo menos hasta la próxima crisis. ¿Pero será que está todo tan bien como parece? El resultado del desarrollo y crecimiento económico de los últimos años son migajas para los trabajadores y lucros gigantescos para el capital: aumenta la concentración de la tierra, los trabajadores se endeudan, se intensifica la precarización del trabajo y la flexibilización de derechos, garantizados por la violencia del aparato represivo del Estado.

Esto ha sido apoyado por un pacto de colaboración de clases, hecho por las organizaciones que representan los trabajadores con el objetivo de contenerlos.

El proceso histórico que nos produjo

Dos acontecimientos son fundamentales para que analicemos la situación de las actuales organizaciones de izquierda en Brasil: el impacto de la caída del muro de Berlín, tan determinante cuanto fue la referencia de la Revolución Rusa en el siglo pasado, y la reestructuración productiva del capital.

En las décadas del 50 y 60, la principal concepción de la izquierda afirmaba que para superar el capitalismo en el país, era fundamental completar su desarrollo. La dictadura militar interrumpe estas luchas, que son retomadas en las décadas del 70 y 80, delante de una gran crisis para la cual el régimen militar no encontró salida. Resurgen huelgas, oposiciones sindicales y ocupaciones de tierra en un nuevo carácter, pero trayendo en buena medida, herencias de la estrategia del ciclo anterior.

La CUT (Central Única de Trabajadores) y el PT (Partido de los Trabajadores) surgen en este período, cuestionando el capitalismo y colocando el socialismo en el horizonte. Dentro de la misma estrategia, surge en seguida, el MST (Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra), luchando contra la concentración de tierras, por la Reforma Agraria y el Socialismo. En este período, cualquier lucha de carácter popular o democrática se transformaba en una lucha contra el orden, debido al límite impuesto por la dictadura militar.

Basado en el análisis que el capitalismo en Brasil era dependiente de los países centrales, teniendo como enemigo principal el capital internacional, y una burguesía comprometida con las oligarquías rurales, que no realizó las tareas típicas de una revolución burguesa clásica (“tareas en atraso”), ese bloque histórico construyó una estrategia: el Proyecto Democrático y Popular. Los trabajadores organizados y en lucha deberían realizar esas reformas, utilizando la vía electoral como fuerzas comunes para llegar al Socialismo.

El PT se construye como polo aglutinador de ese proyecto, junto con otras organizaciones. Las organizaciones de masa en la ciudad y en el campo - CUT y MST – deberían cumplir el papel de organizar y desenvolver estas luchas.

Al crecer y desenvolverse, organizaciones que tenían en su origen una postura combativa y tácticas radicales (como PT, CUT y MST) van obteniendo victorias importantes, sobretodo conquistando espacios institucionales, mas también sindicatos, tierras, escuelas, cooperativas de producción, cooperativas de crédito, convenios con gobiernos, políticas públicas y compensatorias. A medida que fueron creciendo estas organizaciones, la lucha institucional y los espacios institucionales, se volvieron centrales.

En este escenario surge la Consulta Popular, criticando al PT por haber puesto la centralidad en la lucha institucional y electoral y cada vez menos en las luchas de masas. La CP se presenta como alternativa en la lucha por una Revolución Socialista. Surge también el MTD (Movimiento de Trabajadores Desempleados), a partir de la Consulta Popular, inspirado en el ejemplo del MST, con la tarea de ser una herramienta de lucha y organización urbana.

Las contradicciones de este proceso

Ahora nuestras organizaciones, cada una a su tiempo y no sin contradicciones, están dependientes del capital y su Estado. Las luchas de enfrentamiento pasaron a amenazar las alianzas políticas del pacto de clases, necesarias para mantener los grandes aparatos que conquistamos y construimos. Lo que en algún momento nos permitió resistir y crecer, se desarrolló de tal manera que se despegó de la necesidad de las familias y de la lucha, adquiriendo vida propia. Lo que viabilizó la lucha hoy se ve amenazado por ella: lo que antes impulsaba la lucha pasa a contenerla.

El MST, hasta las elecciones de 2002, caminó desenvolviendo sus luchas y enfrentando grandes contradicciones relacionadas a la hegemonía del agronegocio en el campo. En las últimas décadas, hubo una reformulación del papel de Brasil en la división internacional de trabajo a partir de la reestructuración productiva del capital. El agronegocio promovió en el campo brasilero cambios estructurales, integrando latifundio e industria bajo una nueva perspectiva de productividad y el trabajo bajo nueva óptica de exploración. Este modelo inviabiliza la Reforma Agraria como posibilidad de organización productiva de los trabajadores para el campo brasilero en los marcos del capital.

Con la expansión y el fortalecimiento del agronegocio, se evidenciaron los vínculos de los gobiernos del PT con los sectores estratégicos de la clase dominante. Algunos elementos confirman este análisis: La desigualdad de inversiones entre agronegocio y reforma agraria, la aprobación de las semillas transgénicas, la expansión de la frontera agrícola y con todo esto la legalización de grilagem[i] y las tierras de hasta 1500 hectáreas, la permanencia de los actuales índices de productividad y las recientes alteraciones en el nuevo código forestal. En ese sentido, enfrentar las fuerzas del agronegocio sería una crítica directa al gobierno petista, colocando por tierra la tesis del “gobierno en disputa”.

Estas transformaciones ocurridas en el campo influenciaron en las formas de organización de la vida material de nuestra base, cada vez más proletarizada, exigiendo nuevas formas de organización y lucha, que podrían llevarnos a otro nivel. Como opción de enfrentamiento a esta realidad, el MST, contradictoriamente, sigue idealizando el “campesino autónomo” y los “territorios libres”. Al mismo tiempo, pacta con segmentos del proletariado rural, como CUT, Contag y Fetraf, con el objetivo de acumular fuerzas contra el agronegocio.

La cuestión que se coloca es: ¿estas opciones nos llevarán a otro nivel de lucha y organización para enfrentar el agronegocio, dado el grado de compromiso de estas organizaciones con la estrategia del Gobierno y del capital?

El MTD, en el último período, se redujo a reivindicar políticas compensatorias, como los Frentes de Trabajo o Puntos Populares de Trabajo, haciendo la vista gruesa para la nueva realidad de aumento de empleos y sus contradicciones. Inclusive cuando colocado el desafío de la organización sindical, ella no fue implementada, para no amenazar las actuales alianzas políticas y la sobrevivencia inmediata, reduciendo la pauta a la reivindicación de programas de gobierno para calificación profesional.

Al abandonar las luchas de enfrentamiento, si bien seguimos haciendo movilizaciones, nuestras luchas pasaron a servir para mover la masa dentro de los límites del orden y para ampliar proyectos asistencialistas de los gobiernos, legitimándolos y fortaleciéndolos. Ahora lo que las organizaciones necesitan son administradores, técnicos y burócratas; y no de militantes que expongan las contradicciones e impulsen la lucha.

No es de hoy que existen críticas al rumbo que tomaron estas organizaciones, no sólo externas, sobretodo críticas elaboradas internamente. Y este proceso no ocurre sin resistencias por parte de la base, militantes y algunos dirigentes. Las acciones de enfrentamiento al capital que marcaron el último período expresan este conflicto, por ejemplo: las acciones contra Vale en Pará, la acción de destrucción de la Cooperativa de Crédito (Crenhor) en Rio Grande del Sur y las acciones de las mujeres el 8 de marzo en diferentes estados.

Este último proceso impulsó un debate profundo sobre la relación entre patriarcado y capitalismo, rompiendo el límite de la cuestión de género y de la participación de las mujeres en las organizaciones, y proponiendo el feminismo y el socialismo juntos como estrategia de emancipación de la clase. Todas esas acciones sufrieron severas críticas internas y pasaron a ser boicoteadas política y financieramente.

Estamos hace años haciendo luchas de esta naturaleza y elaborando esa crítica en las más diferentes instancias de los movimientos, y como estas acciones no tuvieron fuerza ni de provocar el debate da estrategia, cuanto menos modificarla. Acabaron por legitimar el rumbo de las organizaciones.

¿Cambio de rumbo o continuidad del proyecto estratégico?

La cuestión fundamental para nosotros/as no es sólo criticar la burocratización, institucionalización, el abandono de las luchas de enfrentamiento, la política de alianzas, que aparecen como un problema en las organizaciones, queremos identificar el proceso que llevó a estas organizaciones políticas a asumir esta postura. La crítica restricta al resultado lleva a refundar el mismo proceso, cometiendo los mismos errores.

El problema en cuestión no es que hubo una traición de la dirección o un abandono/rebajamiento del proyecto político; un error en la elección de las tácticas o de los aliados. La cuestión fundamental es la contradicción entre el objetivo y los caminos elegidos para llegar a tales objetivos: nos proponíamos el Socialismo como objetivo, pero el proyecto estratégico que trazamos o ayudamos a andar no nos lleva a ese objetivo.

Tal estrategia política no es nueva en la lucha de clases: su origen está en la social-democracia europea de hace más de un siglo, adaptada a las condiciones históricas de Brasil en una versión rebajada, que fue reproducida en las últimas décadas por el PT y la CUT, y recientemente, por el MST/Vía Campesina, MTD y CP.

Actualmente, se presenta en la forma del Proyecto Democrático Popular y Proyecto Popular para Brasil.

La Consulta Popular fue construida negando la experiencia del PT: no sólo porque se transformara en partido electoral, sino también por las consecuencias que esa transformación causó en su forma organizativa. Mientras tanto, la Consulta Popular no niega el Programa Democrático Popular, su crítica se limita a La “reducción” del Programa.

Para nosotros/as, este es un gobierno Democrático y Popular. No de la forma idealizada como quieren algunos, pero con las concesiones necesarias para una amplia alianza. El PDP acabó así. En este sentido, nuestras organizaciones fueron victoriosas con respecto a lo que se propusieron. Y nosotros/as contribuimos con este proceso, mientras que hoy percibimos que esta estrategia no lleva al Socialismo, al contrario, transforma las organizaciones de la clase en colaboradoras da expansión y acumulación del capital. Lo que se presenta como una victoria para nuestras organizaciones, en la perspectiva de la lucha de clase, es una derrota.

Consideraciones finales

Frente a esta crítica concluimos que no sería coherente, en nombre de la lucha, que continuásemos dentro de estas organizaciones, implementando un proyecto de conciliación de clases.

Somos resultado de este proceso histórico, en él constituimos nuestra experiencia de lucha política y formación teórica, aunque en general, activista y pragmática. La crítica al interior del pensamiento socialista siempre cumplió un papel revolucionario y por eso juzgamos ser una tarea la producción de un pensamiento crítico sobre este período de vida de nuestras organizaciones y, para esto, la apropiación de la teoría crítica marxista es urgente. No podemos querer comprender profundamente nuestras contradicciones dividiendo las posiciones entre “reformistas y revolucionarios”, entre “campesinos y urbanos” o entre “socialistas ya, y socialistas nunca”, pues así estamos ayudando a despolitizar el proceso de reflexión.

Es preciso considerar que se viene conformando una amplia alianza política, consolidando un consenso que envuelve las principales centrales sindicales y partidos políticos, MST, MTD, Vía Campesina, Consulta Popular, en torno de un proyecto de desarrollo para Brasil, subordinado a las líneas políticas del Gobierno, conformando así una izquierda pro-capital. El grado de compromiso a que llegamos con el capital y el Estado nos llevan a concluir que este proceso no tiene vuelta.

Este alineamiento político no ocurre sin consecuencias: se generan cambios decisivos en las formas organizativas y en el plano de luchas de las organizaciones, en la formación de la consciencia de sus militantes y en la postura que la organización tomará en el momento de ascenso. En este momento, las “fuerzas acumuladas” no actuarán en la perspectiva de ruptura.

Comprender esta conformación de la izquierda no significa afirmar la tesis sobre el fin de la historia, y decir que no hay nada para hacer. Al contrario, es preciso actuar en la fragmentación de la clase para retomar su movimiento en la perspectiva de ruptura. Nos proponemos permanecer con la clase, buscando construir la lucha contra el capital, su Estado, el patriarcado, por una sociedad sin clases.

Comprendemos que no están constituidas las organizaciones del próximo período, así como sabemos que no lo estarán nunca si no hay militantes con iniciativa y dispuestos a construirlas.

Los combates que trabamos, el trabajo de base, los procesos organizativos nos enseñaron mucho y nos volvieron lo que somos hoy, nos enseñaron a luchar. Seguiremos a partir de esa experiencia, profundizando la crítica y procurando ir más allá de lo que nos produjo.

"Aquel que le cuenta al pueblo falsas leyendas revolucionarias, que lo diverte con historias seductoras, es tan criminal cuanto el geógrafo que traza falsos mapas para los futuros navegadores"

(Hippolyte Lissagaray – Comuna de Paris)

“Las Revoluciones son imposibles... hasta que se vuelven inevitables.”


1. Ana Hanauer (MST y CP - Río Grande del Sur)

2. Bianca (MST - Río Grande del Sur)

3. Carmen Farias (MST – San Pablo)

4. Claudia Ávila (MST - Río Grande del Sur)

5. Claudia Camatti (MTD - Río Grande del Sur)

6. Claudio Weschenfelder (MPA Santa Catarina)

7. Cleber (MTD - Río Grande del Sur)

8. Darlin (MTD - Río Grande del Sur)

9. Débora (MTD - Río Grande del Sur)

10. Eder (MST - Río Grande del Sur)

11. Ezequiel (MTD - Río Grande del Sur)

12. Fábio Henrique (MST - San Pablo)

13. Fernanda (MTD Brasilia)

14. Gilson (MST - Río Grande del Sur)

15. Greice (MTD - Río Grande del Sur)

16. Irma (MST - Río Grande del Sur)

17. João Campos (MST - San Pablo)

18. João Nélio (MST - San Pablo)

19. Jesus (MST - Río de Janeiro)

20. Juarez (MST - Río Grande del Sur)

21. Jussara (MST - San Pablo)

22. Letícia (MTD - Río Grande del Sur)

23. Lucianinha (MST - Río Grande del Sur)

24. Luís (MPA - Santa Catarina)

25. Marcia Merisse (MST - San Pablo)

26. Marcionei (MTD - Río Grande del Sur)

27. Maria Irany (MST - Alagoas)

28. Maurício do Amaral (MST - San Pablo)

29. Michel (MTD - DF)

30. Micheline (MST - Río Grande del Sur)

31. Mila (MST e CP – Santa Catarina)

32. Neiva (MST - Río Grande del Sur)

33. Nina (MST e CP - Río Grande del Sur)

34. Oscar (MST - Río Grande del Sur)

35. Paulinho (MST - San Pablo)

36. Pedroso (MST - Río Grande del Sur)

37. Pincel (MST - Río Grande del Sur)

38. Portela (MTD - Río Grande del Sur)

39. Raquel (MST - Río Grande del Sur)

40. Ricardo Camatti (MTD - Río Grande del Sur)

41. Salete (MTD - Río Grande del Sur)

42. Socorro Lima (MST - Ceará)

43. Soraia Soriano (MST - San Pablo)

44. Tatiana Oliveira (MST - San Pablo)

45. Telma (MST - San Pablo)

46. Telmo Moreira (MST - Río Grande del Sur)

47. Thiago (MTD - Brasilia)

48. Valdir Nascimento (MST - San Pablo)

49. Vanderlei Moreira (MST - Ceará)

50. Verinha (MST - Río Grande del Sur)

51. Zé da Mata (MST - San Pablo)

Es importante destacar que algunas de las personas que aquí firman este documento, ya se habían alejado o fueron expulsadas de sus organizaciones en 2009 y 2010 sin haber podido expresar sus motivos, lo hacen aquí y ahora.




[i] N de T: Es un término cultural que no tiene traducción. Desde hace muchos años, grandes empresas invaden terrenos públicos, indígenas, de preservación ambiental y se apropian de ellos.

terça-feira, 22 de novembro de 2011

yo no voy al eflac

a realizarse en Bogotá, del 23 al 26 de noviembre en el hotel de los milicos, el tequendama, el que les da a las damas, elquetemata.

si S.O.S. feminista, indignate y no vayas, vas a aprender mucho más

segunda-feira, 21 de novembro de 2011

El lugar de la “a”




El lugar de la “A”
Hace tiempo, años
         que ando
         pensando,
           soñando,
    fantaseando
en cambiarme el nombre.

Yo creía que sería Pessah x Berlatzky, el apellido de mi padre, por el de mi madre.

Hasta que me di cuenta, que en esta sociedad, todos los apellidos son “del padre”.
Si no es del mío, es del padre de mi madre, o del padre de mi abuela, y así. La herencia  - también del apellido - es patriarcal.
Entonces me dio igual.

El tiempo siguió pasando y las flores siguieron creciendo.

Un buen día, me cayó la ficha.
Yo estaba en un Seminario Internacional
                     Fazendo Gênero,
pero yo no quería HACERLO,
lo que quería, era
destruirlo, desarmarlo, descomponerlo
                       vomitarlo.

Reforzar lo que más oprime,
                                  deprime.
El dictamen de la depilación, es la legalización y formalización de la tortura.
Cera caliente que te quema el inconsciente.
Recuerdo de adolescente, cuando iba al CTMB - Centro de Tortura Mónica Brenta - nos metían de a dos en un cuarto ¡sin ventanas!, iluminado con luz de tubo, una por camilla.
En seguida llegaba una de las “carcelarias” y encendía los tremendos ventiladores. Yo me sentía un panqueque al que le pasaban salsa hirviendo entre las piernas. Me quemaba, yo gritaba. Ya va a pasar – respondía la cocinera del sistema.
Yo iba por “motus propio” ¡y encima pagaba!
Bueno, veamos qué es el “motus propio”. Siempre ODIÉ depilarme, por si no quedó claro.
Ya con 12 años, mi madre me dio la mala noticia, ¿o una clase gramatical? Los vellos, no son bellos, HABÍA QUE RETIRARLOS pues parecía una MONA. ¿Entonces,… para qué salen? ¿Por qué los hombres se los dejan?
Sobre la mesa quedaban muchas preguntas sin respuestas.
Mis amigas me harían la misma recomendación. Es poco higiénico, las mujeres no se dejan los pelos, no le vas a gustar a nadie. Los chicos se van a reír. No faltó la que me llevara al rincón, para recomendarme también, que usara corpiño.
Mi boca se torcía cada vez más, mis ojos entraban en órbita, me sentía mintiendo, viviendo un personaje ficticio. ¡Es que eso era ser mujer! Si yo quería escaparme, olvidarlo, la letra “A”, al final de mi nombre, me lo recordaba todo el día, todos los días. Esa era la preparación para que alguien, algún día, - léase hombre - me quisiera y así entrar por la puerta grande al
casa-miento.  Yo me sentía de otro planeta, de los simios, tal vez.
Odiaba todo ese show. Sentía mucha rabia.
Mientras tanto, las “no tan amigas”, me señalaban con el dedo, se reían y hablaban entre ellas de cómo y cuándo depilarse. ¡Qué aburridas! Pensaba yo.

Yo, que tenía una personalidad en transición, no me sentía cómoda, sí humillada pero no sabía cómo manejarlo.  Así era como acababa yendo por “motus propio” a los centros de tortura, un sábado por mes. Siempre me decían que el problema, es que tenía que ir más seguido, yo los dejaba crecer demasiado a mis bellos pelos. Una lágrima caía por mi mejilla. No recuerdo a estas alturas si era el dolor, o la impotencia que sentía.

El tiempo siguió pasando y las flores siguieron creciendo. Sembré algunas árboles.

Mi personalidad transitaba nuevos caminos. Un buen día, decidí que las axilas no más, era desgarrador. Más adelante, dejé de usar desodorante. Cansada de leer que todos eran antitranspirantes, que ello impedía la respiración de la piel y provocaba la formación de cáncer, no podía creer que fuéramos tan idiota-mente pasivas, ¡sumisas a ese sistema! Nunca más usé y volví a conectarme con ese olorcito a mí, que tanto me gustaba de adolescente.
Nunca entendí por qué tengo que aceptar el régimen del sistema en mi cuerpo. Sin pelos a la vista, con desodorante tapa olores, de piernas cruzadas y en voz bajita.

El género gramatical
La primera contradicción es hablar de lo femenino, con O. ¿O será una línea de fuga que  muestra que los géneros son muchos, que podemos jugar con ellxs, cambiarlxs de lugar, desorganizarlxs? Y hasta tacharlos con una X.

El tiempo siguió pasando y las flores siguieron creciendo. El jardín estaba precioso, ya se veían algunos frutos.

Yo ya sentía la fuerza de Sansón para enfrentar este sistema, a cada día mis pelos me fueron dando confianza y la compañía necesaria, mi personalidad se fortalecía. Me fui alejando de quien no me interesaba, de quien tan devota-mente obedecía la dictadura hetero-patriarcal. Me fui acercando a quienes la cuestionaban y sentí la fuerza huracanada del estar juntas.

El tiempo siguió pasando y las flores siguieron creciendo.  La fruta caía de maduro.

Cual fuerza de una olla de presión, la “A” final de mi nombre, salió disparada. Dejándome sin género asignado. Cayó en un barrio lejano y se puso a caminar pensativa, por una calle solitaria, cuando de repente, se encontró con la normalidad, quien también estaba en crisis de identidad. Se fueron a tomar una cerveza juntas, y se hicieron muy amigas, inseparables.

Cuenta la leyenda, que a partir de ese momento quedó marian anormal, la que no sigue las normas impuestas por el sistema.

Yo a veces las visito, me siento en la barra y acariciando mis bigotes, a lo Dalí, las miro conversar y me río bajito.


 


terça-feira, 8 de novembro de 2011

¿Quién escribe?


A veces siento que mi mano pensara por mí. Yo dejo la pluma volar, y ella danza por los aires, salta por los renglones cual pentagramas de la vida, dejando sus huellas. Recién yo estaba escribiendo algo que ni idea cómo continuaría, menos aun, cómo y dónde acabaría. Fue ella quien decidió, le dio vida a las personajes, colores a los cuentos.
Es bueno eso de delegar.
Mi cuerpo,
sus partes
y yo
somos una gran ekipa.

sábado, 5 de novembro de 2011

La gramática de la vida


Nunca tuve una musa,
fueron varias,
anacrónicas,
recuerdos del pasado
pluscuamperfecto del subjuntivo.

Nunca pensé en escribir poemas
hasta que el presente
se me hizo continuo.

Nunca pensé en el futuro
hasta que se me hizo
imperfecto.

quarta-feira, 2 de novembro de 2011

Feminismo de color y descolonización




texto Feminismo de Color y descolonización presentado en las recientes Jornadas Pensando los Feminismos en Bolivia.

FOTOS de la jornada

FOTOS de La Paz

ETTORE MAJORANA: UN ANÓNIMO LIGERO


Pilar Uriona Crespo

Nombrar el verbo “desaparecer” evoca generalmente un acto de violencia. Nuestra historia nacional así como la historia latinoamericana compartida, en las que han dejado huella profunda las dictaduras militares, nos obliga a efectuar esta asociación de ideas. En las épocas de represión, se quitaban de la vista y se borraban de un plumazo, de manera forzada, existencias y voces disidentes, insubordinadas, peligrosas por encarnar libertades alternativas. Este desvanecimiento, sin embargo, si bien fragmentaba los espíritus de quienes quedaban mordiendo la ausencia, obligaba a optar por la rememoración como resistencia constructiva. Se nos ha arrebatado a alguien: recordarlo intacto, reinventarlo, exaltar sus rasgos positivos le da un poder ilimitado. El de la trascendencia.

¿Qué pasa en cambio si modificamos nuestro supuesto y la desaparición, más que como un modo de despojo, se presenta como una elección meditada, un escape necesario, una reafirmación voluntaria de la autonomía llegando a renunciar a la identidad socialmente asignada y reconocida? ¿Qué nos queda si quien desaparece planifica y decide borrar conscientemente sus rastros y volverse otra persona, un anónimo ligero, a quien no atan las expectativas y demandas emotivas y racionales ajenas?

Nos queda, creo yo, la invención literaria, el afán minucioso por develar el misterio, la superposición o contraposición de hipótesis, la interpretación fantástica de las huellas dejadas por quien se ha marchado.

Nos quedan obras de indagación y auto-exploración como la de Leonardo Sciascia, quien inspirándose en un hecho real, la enigmática desaparición del físico italiano Ettore Majorana ocurrida en 1938, sondea con maestría narrativa las razones que pueden impulsar a alguien para que considere como alternativa válida y legítima vivenciar un destino incógnito.

Así Sciascia, al componer el texto con el que intenta palpar las cavilaciones internas de Majorana y las motivaciones que lo habrían empujado a desligarse del peso que supone personificar un genio, nos involucra en una inspección abierta, aquella que nos cuestiona qué haríamos nosotros si nos tocara, en tanto seres excepcionales, llevar sobre nuestra espalda el peso de ser leyendas y mitos, más que seres humanos.

Recuperar nuestra ligereza, sacarnos del camino del protagonismo y rechazar las esperanzas de otros que gravitan como peso muerto encima de nuestra cabeza sería sin duda un profundo anhelo. Y una desaparición meditada, minuciosamente planificada sería una salida inequívoca, sería un ejercicio creativo en tanto da la posibilidad de existir como un caso, como un trámite, como un proceso y como un incidente. Sería pues el jaque definitivo al rey de la razón científica y, para el arte del relato, la mejor de las tramas.