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terça-feira, 2 de setembro de 2008

otredades

- ¿Nacionalidad? – preguntó la empleada mientras llenaba la planilla. Sin esperar la respuesta ella misma agregó
- extranjera, ¿no?

Otredad, extranjería en un mundo de fronteras
http://www.andante26.com/revista/index.php?option=com_content&task=view&id=459&Itemid=92

marian pessah[1]

Me he acostumbrado a ser otra, a tener que explicarme por mi forma de hablar, de vestir, de ser, o bien de pensar. Soy la extranjera, la torta, la moishe, la radikal. Si como dice Judith Butler, la vida es una performance, yo actúo-juego. A veces me siento durona, tortona, machona, fuerte; y representar estos roles en una sociedad tan cruel, violenta y separatista como la nuestra, me hace sentirme “protegida”. La otredad me otorga unicidad y todas esas singularidades conforman mis diferentes pieles. Denuncio a través de esta postura mi disidencia con esta realidad. Diferenciarme de este sistema al cual dedico mi vida y mis días a destruir y cambiar, me es tan vital como necesario y me gusta. Mi cuerpo es mi herramienta de visibilidad, es parte de mi lucha, mi casa.
Sin embargo, hay días en los que prefiero actuar la “niña buena”, la lesbiana invisible. Entonces juego a la turista y me quedo observando, fotografiando diferentes realidades.
Al llegar a casa me abro una cerveza y acariciando mi barba, escucho a Chava Alberstein cantando en idish. Y me voy relajando.

Durante mucho tiempo fui vista como la misteriosa, la asexuada, la que no enganchaba, que nada la motivaba. Eso para el afuera porque en silencio imaginaba mundos propios, fantásticos que de a ratos los habitaba. De pronto se escuchaban las llaves en la puerta, los pasos que entraban, la realidad se hacía presente. La tensión nuevamente se apoderaba de mí y salía corriendo a buscar mi careta social. La rigidez corporal nuevamente se apoderaba de mí y volvía a vestir el misterio.

Asumir mi lesbianidad fue como atravesar la calle, estar del otro lado.

Llegó una hora en que mi cuerpo gritaba
mi deseo se rebelaba
estaba pariendo un sexo insurgente.
Me revelaba lesbiana ante el mundo.

[1] nací en Buenos Aires – Argentina y desde el 2001 vivo en Porto Alegre – Brasil, pero me considero latinoamericana y caribeña. me autodefino como artista polítika de la oktava dimensión. marianapessah@yahoo.com.br

Um comentário:

canela disse...

hola marian!

soy Canela, de la plata, te encontre por el grupo de educadores glttbi, me gusto esto de la otredad, de posicionarse, y quien le gusta genial y si no a curtirse que el mundo es para todxs. Me gusta esto de andarse siempre en la vereda de enfrente...agregaria que tirando toscas, en mi caos personal.

El cuerpo a mi tambien se me ha rebelado lesbico...gracias a mi, ni a dios, ni la familia, ni a nadie mas...tal vez algunos ojos delirantes!!!

Me gusta mucho la pag...informativa critica creativa e introspectiva


Mis abrazos desde aqui, el sur del conurbano