Como judía estoy sumamente irritada, brava, triste, enojada, con el parlamento israelí y con tantos judíxs que lo aprueban. Ayer mismo veía por la tv unos religiosos cantando felices, ¿celebrando muertes, matanzas?
Lo que no puedo perdonarles es que repitan nuestra historia lo que lo hace doble y triple-mente peor. Hay personas, judías, q no reconocen esta masacre, así como hay nazis q no reconocen el holocausto, me pregunto cuál es la diferencia entre unas y otras.
El pueblo israelí – no necesariamente el judío – desconoce, se olvida de su historia, inclusive de la tan cercana como fue el holocausto judío. En él nuestrxs familiares eran tatuados con un número en el brazo, a fuego, como animales que son expuestos a los brutales hierros calientes por sus dueños, marcando a quién pertenecen, resaltando una propiedad privada. Hoy Israel hace lo mismo. Esto para mí es doblemente peor.
Lo que me lleva a pensar que las religiones no son solamente el opio de los pueblos, como decía Marx, también empresas que incentivan el asesinato, la venganza, la malicia. Aquí no se salvan ninguna marca, ni la católica ni judía, ni árabe con todas sus derivaciones.
Las religiones monoteístas y la propiedad privada sufren del mismo germen del mal, lo quieren todo para sí. Ese es el problema hoy en Palestina-Israel. Son primos con una misma raíz y ambas quieren el trono, alias la tierra prometida.
Somos, por suerte, muchxs lxs judíxs en el mundo que no concordamos con el parlamento israelí, es más, que no creemos en partidos políticos y luchamos por una realidad entera, no partida en pedazos. Esta mierda toda tiene que ver también con las elecciones que se aproximan el 10 de febrero y que Barak – ironía del destino? su nombre en hebreo quiere decir rayo – estaba perdiendo alucinantemente en una tercera posición sumamente insignificante y hoy es el gran líder.
aquí dejo mis lágrimas, mi rabia, mi descontento. Mis fuerzas para seguir gritando y luchando contra las injusticias.
Lo que no puedo perdonarles es que repitan nuestra historia lo que lo hace doble y triple-mente peor. Hay personas, judías, q no reconocen esta masacre, así como hay nazis q no reconocen el holocausto, me pregunto cuál es la diferencia entre unas y otras.
El pueblo israelí – no necesariamente el judío – desconoce, se olvida de su historia, inclusive de la tan cercana como fue el holocausto judío. En él nuestrxs familiares eran tatuados con un número en el brazo, a fuego, como animales que son expuestos a los brutales hierros calientes por sus dueños, marcando a quién pertenecen, resaltando una propiedad privada. Hoy Israel hace lo mismo. Esto para mí es doblemente peor.
Lo que me lleva a pensar que las religiones no son solamente el opio de los pueblos, como decía Marx, también empresas que incentivan el asesinato, la venganza, la malicia. Aquí no se salvan ninguna marca, ni la católica ni judía, ni árabe con todas sus derivaciones.
Las religiones monoteístas y la propiedad privada sufren del mismo germen del mal, lo quieren todo para sí. Ese es el problema hoy en Palestina-Israel. Son primos con una misma raíz y ambas quieren el trono, alias la tierra prometida.
Somos, por suerte, muchxs lxs judíxs en el mundo que no concordamos con el parlamento israelí, es más, que no creemos en partidos políticos y luchamos por una realidad entera, no partida en pedazos. Esta mierda toda tiene que ver también con las elecciones que se aproximan el 10 de febrero y que Barak – ironía del destino? su nombre en hebreo quiere decir rayo – estaba perdiendo alucinantemente en una tercera posición sumamente insignificante y hoy es el gran líder.
aquí dejo mis lágrimas, mi rabia, mi descontento. Mis fuerzas para seguir gritando y luchando contra las injusticias.
marian pessah
Um comentário:
Mensaje compartido por Olga Viglieca:
Mujeres judías, contra la masacre
La policía canadiense detuvo a un grupo de mujeres judías de su país que este miércoles había ocupado el consulado sionista en Toronto, para protestar por "el asalto israelí al pueblo de Gaza" (TorontoNewHome, 7/1).Las militantes indicaron que su acción se producía en solidaridad con el millón y medio de palestinos atacados en Gaza y subrayaron que "las voces judías contra la masacre empiezan a escucharse".
Las compañeras también repudiaron la actitud del gobierno canadiense, que se ha negado a condenar el genocidio que el sionismo intenta cometer, al tiempo que denunciaron la "política de apartheid" ejecutada por el régimen israelí. Demandaron el inmediato cese de la agresión sionista y reclamaron "justicia para el pueblo palestino".
Entre las ocupantes arrestadas figuran la profesora Judy Rebick; Judith Deutsch, reconocida psicoanalista y presidenta de Ciencia para la Paz; B.H. Yael, cineasta; Smadar Carmon, pacifista canadiense, y otras. Mientras tanto, otro grupo numeroso de mujeres judías permanecía fuera del Consulado.
En manifiesta complicidad con los genocidas, el gobierno de Canadá ha echado mano a la represión. Corresponde exigir la inmediata libertad estas valientes mujeres, que dan ejemplo y señalan un camino para todo el pueblo judío.
Extraído de Prensa Obrera 8-1-09
http://www.po.org.ar/node/19332
Postar um comentário