Pesquisar este blog

quinta-feira, 14 de julho de 2011

Esta puente, mi espalda

El poema de la puente[1]

Kate Rushin

Estoy harta,
Enferma de ver y tocar
ambos lados de las cosas
Enferma de ser la condenada puente de todos


Nadie
se puede hablar
sin mí
¿No es cierto?

Explico mi madre a mi padre mi padre a mi hermanita
mi hermanita a mi hermano mi hermano a las feministas blancas
las feministas blancas a la gente de la iglesia Negra
la gente de la iglesia Negra a los ex-jipis
los ex-jipis a los separatistas Negros
los separatistas Negros a los artistas
los artistas a los padres de mis amigos...

Después
tengo que explicarme a mí misma

a todos

Hago más traducciones
que las malditas Naciones Unidas

Olvídense
Me enferman

Estoy enferma de llenar sus huecos

Enferma de ser su seguro contra
el aislamiento de sus autoimpuestas limitaciones
Enferma de ser la loca en sus cenas festivas
Enferma de ser la rara de sus meriendas del domingo
Enferma de ser la única amiga Negra de 34 individuos blancos

Encuéntrense otra conexión al resto del mundo
Encuéntrense otra cosa que los legitime
Encuéntrense otra manera de ser políticas y estar a la moda

No seré su puente a su femininidad
su masculinidad
su humani-dad

Estoy enferma de recordarles que no
se ensimismen tanto por mucho tiempo

Estoy enferma de mediar sus peores calidades
con sus mejores

Estoy enferma
de recordarles
que respiren
antes de que se asfixien
con sus propias tarugadas

Olvídense
crezcan o ahóguense
evolucionen o muéranse

La puente que tengo que ser
es la puente a mi propio poder
Tengo que traducir
mis propios temores
Mediar
mis propias debilidades

Tengo que ser la puente hacia ningún lado
más que a mi ser verdadero

y después


seré útil.



[1] Esta puente, mi espalda. Voces de mujeres tercermundistas en los Estados Unidos. Editado por Cherrie Moraga y Ana Castillo. Traducido por Ana Castillo y Norma Alarcón.

Nenhum comentário: